Con la iluminación LED se obtiene mayor producción y de mayor calidad, debido a la combinación de colores de cada chip. Para que las raíces de una planta empiecen a crecer correctamente necesita de varios tipos de colores que ofrece la luz solar. La combinación de colores de nuestros focos es la perfecta para sustituir esos rayos de sol y así, en combinación de un buen cuidado y atención, tus plantas crezcan sanas y fuertes.

No obstante, hay que tener en cuenta que cada tipo de planta requiere un tipo de luz en las distintas fases de su crecimiento, y esa es otra gran ventaja de la iluminación LED, puede ofrecerte distintos tipos de tratamiento de luz para las fases que requieran tus plantas.

Una de las grandes preocupaciones de los cultivadores es el calor, esto puede suponer un gran problema para el crecimiento de tus plantas. Con los LEDS no tendrás este inconveniente. Los paneles mantienen una temperatura óptima entre los 20 y los 25 grados y no habrá porque tener un sobrecoste en aires acondicionados (los cuales proporcionan bastante ruido). Con extracciones de aire o ventiladores bastaría.

La altura de tu espacio de cultivo no será un impedimento, ya que con la iluminación LED podrás acercar tus paneles a pocos centímetros de las plantas y esto hará que no sea necesario tener un espacio de cultivo demasiado ancho o alto.

Por último, uno de los puntos fuertes de este tipo de iluminación es la vida útil que ofrecen. Un panel LED puede durar alrededor de unos 8 o 10 años (sin perder potencia lumínica), mientras que las luces HPS tan solo ofrecen 1 o 2 años de utilidad. Es decir, los LED pueden llegar a aportar más o menos unas 50.000 horas más de uso.